Haga la cuenta. En unos cinco años además del teléfono móvil, una tableta y un computador, usted seguramente llevará consigo decenas de sensores que a través de la tecnología wearable (es decir dispositivos «vestibles» como: Gafas inteligentes para llamar, pulsera con datos de salud, billetera electrónica, zapatos con sensores de rutas y recorridos, smartwatch y ropa con sensores de clima) transmitirán millones de datos a centrales de información, se transportará en carros conectados que no necesitan conductor, trabajará desde diferentes lugares y llegará a un hogar en el que los electrodomésticos se comunicarán entre ellos para hacerle la vida más fácil. Los Laboratorios Bell, cuna de los más importantes avances tecnológicos en el último siglo, calculan que en el 2020 habrá 100 millones de cosas conectadas. ¿Cómo será esto posible?
Alcatel-Lucent, empresa que a través de la innovación de las redes IP, el acceso a la Ultra Banda Ancha y las soluciones en la Nube viene impulsando lo que denomina las redes del futuro, califica el hacer posible la conectividad sin límites ni restricciones para los usuarios como el gran desafío de la industria tecnológica en la actualidad.
“Los usuarios siempre quieren y querrán más, mientras que los operadores de las redes buscarán que sean lo más rentables y fáciles de gestionar. Redes dinámicas, flexibles y escalables que faciliten las conexiones casi infinitas para los usuarios, y redes que estén virtualizadas para que sean fáciles de gestionar y administrar por parte de los operadores son la respuesta a los desafíos actuales”, explica Germán Gonzalez, experto en tecnologías de Virtualización de Alcatel-Lucent, para la región andina.