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El Tribunal Supremo de Estados Unidos dio luz verde al fin del programa ‘parole’ humanitario, afectando a 500.000 migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití que se encontraban legalmente en el país.
La decisión responde a una solicitud de urgencia de la Administración Trump, reactivando la suspensión del programa ideado por Biden para ofrecer residencia temporal a quienes huyeron de situaciones críticas.
Las juezas Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson votaron en contra y alertaron sobre las “devastadoras consecuencias” para los afectados.
Aunque el caso sigue en tribunales inferiores, la protección migratoria ya está en riesgo inmediato. El parole exigía un patrocinador y otorgaba permisos de trabajo temporales.
Esta decisión podría desencadenar deportaciones masivas si no se toman medidas legales adicionales.
