Una estudiante universitaria en Japón ha desarrollado un brasier inteligente que únicamente puede abrirse mediante la huella dactilar de la pareja, con el objetivo de evitar la infidelidad.
El innovador diseño incorpora un sistema de bloqueo biométrico que impide que la prenda sea retirada sin la autorización registrada, combinando tecnología portátil con control de acceso. Aunque el proyecto fue presentado como un experimento académico, rápidamente generó debate en redes sociales y medios internacionales.
Mientras algunos consideran la idea una curiosa muestra de innovación tecnológica, otros cuestionan los límites entre la confianza, la privacidad y el control dentro de las relaciones sentimentales. El invento abre una conversación más amplia sobre el uso de la tecnología en la vida íntima y los valores que se buscan proteger.



