Horrible Bosses 2 es una comedia que cumple y divierte, pero es inofensiva. La protagonizan Jason Sudeikis, Jason Bateman y Charlie Day.
La efectividad de una secuela cómica reside en la medida en que los cineastas puedan capturar la esencia de la primera y al mismo tiempo presentarle al público algo fresco y diferente. Volver a colocar a los personajes en situaciones similares y limitarse a repetir los chistes no sólo es flojo, sino insultante para tal.
La secuela de Quiero matar a mi jefe, Quiero matar a mi jefe 2 (Horrible Bosses), tomó el camino de la reinvención y logra entregar una comedia al estilo de la primera, pero sin repetir sus mismos momentos. En ésta, el trío formado por Nick (Jason Bateman), Kurt (Jason Sudeikis) y Dale (Charlie Day) ya no quiere matar a nadie –sí, el sentido del título original tanto en inglés como en español se sacrificó por una mejor cinta–, sino que ellos han decidido abrir su propia empresa. El conflicto comienza cuando un inversionista (Christoph Waltz) los estafa y ellos deciden vengarse secuestrando a su engreído hijo (Chris Pine).
Así, estamos ante una trama que, como las más exitosas secuelas, ha logrado determinar con precisión lo que funcionó la primera vez y se apoyó en eso: en los 3 personajes centrales. El grupo de amigos funciona como los clásicos equipos de antaño, cada uno con una función específica dentro de la ecuación de lo que nos hace reír.
Sin embargo, ahí recae el que seguramente será un obstáculo mayor para algunos: ¿realmente nos hace reír? En un mundo donde el estilo de farsa moderna es ácida, autoreferencial y muy meta habría de cuestionarse si una comedia como Quiero matar a mi jefe 2, que se apoya de una estructura cómica más tradicional, realmente tiene oportunidad de conectar con un público joven acostumbrado al ritmo frenético de hoy en día.
Al final, esta película será efectiva para quien genuinamente haya disfrutado de la primera (y considerando que aquella fue una de las más taquilleras del año, son muchos), pero aporta poco para quienes buscan innovación y vanguardia en el género.
