Parecía una actualización más para Android, desde WhatsApp no se le ha dado importancia más allá, pero es clave para rehabilitar la confianza de sus usuarios tras la sensación de pérdida de control con el polémico signo de lectura de mensaje. No hace falta activar nada, ni dar el consentimiento, por defecto, los mensajes solo serán legibles por el móvil del destinatario. WhatsApp se ha unido a Open Whisper Systems, una firma especializada en seguridad.
La forma en que se codifican los mensajes es punto a punto. Esto significa que, a diferencia del chat de Facebook o Gmail, los mensajes solo se descifran en el móvil de la persona destinatario y viceversa.
Al igual que en iCloud, la nube de Apple, WhatsApp no tendrá acceso a los mismos, tampoco si se lo piden las autoridades. Algo que ya ofrecen Cryptocat y Silent Text, poco conocidas, así como la rusa Telegram, cuya irrupción hizo que los usuarios cuestionasen la fortaleza de WhatsApp.