Datos de la OMS, en torno a la salud mental de las personas de la tercera edad, indican que el 25% son afectados por alguna enfermedad mental, de los cuales la depresión es la más frecuente en personas mayores de 75 años.
Investigaciones del Hospital del Adulto Mayor en Quito, registran que alrededor del 55% de adultos mayores de 65 años tienen depresión, con una mayor prevalencia en el sexo masculino.
La depresión es uno de las enfermedades mentales más frecuentes, afectando a más de 300 millones de personas en el mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los cuales el 5,7 % afecta a los adultos de más de 60 años. Por lo que, es importante reconocer cuando un adulto mayor padece esta patología.
Esta patología puede afectar independientemente de la edad o situación social, pero con frecuencia los síntomas suelen agudizarse en los adultos mayores durante el cambio de estaciones, especialmente en climas fríos, sombríos o con poca luz. También en las fechas festivas, como día del padre, día de la madre, navidad o año nuevo, épocas donde desarrollan episodios depresivos debido a diferentes causas como: la ausencia de familiares y amigos o el fallecimiento de un ser querido.
La depresión, junto con la demencia, son las enfermedades más frecuentes en el área de salud mental del adulto mayor, convirtiéndose en un importante problema de salud pública que frecuentemente no es tratada y lo asumen como parte de la vejez.
Investigaciones del Hospital del Adulto Mayor en Quito, registran alrededor del 55% de adultos mayores de 65 años tienen depresión, con una prevalencia en el sexo masculino, siendo más propensos aquellos hombres que son divorciados, viven solos y que tienen un ingreso económico reducido, frente a mujeres que se encuentran en parecidas circunstancias.
“La depresión en el adulto mayor es una patología frecuente, sin embargo, no es parte normal del envejecimiento. Las causas que están relacionados con la depresión en el adulto mayor son los cambios propios del rol social de las personas mayores que les aíslan y les someten mayor soledad y aislamiento social, consumo de fármacos, infartos, enfermedades vasculares y ciertos factores genéticos que pueden favorecer la aparición de la depresión.”, comenta la Dra. Evelyn Campoverde, médica especialista en geriatría y vicepresidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Geriatría y Gerontología.
Al ser una enfermedad tan frecuente se estima que cada 40 segundos sucede una muerte por esta patología, es decir que, 800 mil personas que sufren de depresión deciden quitarse la vida cada año. Por lo que se recomienda estar atentos a las primeras señales que se puedan detectar, como son:
Un estado de ánimo constante de tristeza, ansiedad o una sensación de “Vacío”.
Disminución de actividades que realizaban con frecuencias, como cocinar, leer u otras actividades dinámicas.
Se presenta mayor lentitud al moverse o hablar.
Problemas para conciliar el sueño o al contrario dormir demasiado.
Perdida o aumento del apetito.
Intentos de suicidio.
Mayor irritabilidad
Preocupación excesiva.
Pensamientos negativos permanentes
Ideas de minusvalía.
La Dra. Campoverde recomienda que, si el adulto mayor presenta estos síntomas y perduran por más de dos semanas, es necesario que asistan al médico de cabecera para un chequeo y tratamiento oportuno, pues investigaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), han demostrado que un diagnóstico preventivo durante las consultas de atención primaria es muy eficaz para reducir las probabilidades de suicidio en el futuro, especialmente para aquellas personas mayores que padecen depresión.
Es así que se han creado campañas de concientización como la campaña “Yo te escucho”, la cual incentiva el cuidado de la salud mental en el adulto mayor y otras patologías, ya que un diagnóstico oportuno permite prevenir complicaciones mayores en las enfermedades mentales y nos brinda la oportunidad de un tratamiento adecuado para mejor la calidad de vida de los ecuatorianos.