En 2025, el mercado financiero continuará su transformación con la inteligencia artificial, el crecimiento de las fintech, el uso de blockchain y una mayor inclusión digital, creando un escenario de innovación y competitividad.
Si nos enfocamos en el sector bancario de Ecuador, los retos aún son enormes. Por ejemplo, si hablamos de Open Banking, una de las principales innovaciones en el sector financiero global que permite a los consumidores compartir de manera segura sus datos financieros con proveedores de servicios externos, Ecuador aún enfrenta desafíos significativos.
Tamara Sánchez, analista legal de Cobis Topaz, firma tecnológica especializada en soluciones digitales para el sector financiero, advierte sobre esos cinco grandes retos que tiene el sector en el 2025.
- Normativa interna de cada banco
La especialista de Cobis Topaz sugiere que en 2025 otro reto importante será revisar el cumplimiento normativo interno que se encuentra vigente, respecto no solo a la protección de datos, sino también a la seguridad de la información.
Esto incluye, por ejemplo, que los proveedores entiendan la importancia de garantizar la privacidad, y saber qué están haciendo para cumplir las leyes, y que, al interior, los colaboradores sean formados y actualizados periódicamente en estos temas, y entiendan la importancia de la seguridad de la información y se comprometan con ello.
- Educación de clientes
Uno de los retos más importantes en la evolución del open banking, no solo en Colombia, sino en el mundo, es la sensibilización de clientes. El objetivo allí es educarlos sobre la importancia de compartir sus datos para mejorar la experiencia, servicios y beneficios, pero también que entiendan a quién se los entregan y cuáles son sus derechos como titulares, y como aplicarlos cuando se presente un uso indebido de los mismos.
A medida que las personas comprendan mejor cómo gestionar sus datos personales, gracias a la sensibilización que realicen los bancos, ganarán mayor confianza en estas entidades. Esta confianza, a su vez, se traducirá en una mayor rentabilidad para los bancos, respaldada por mecanismos sólidos de seguridad de la información», destaca la especialista de Cobis Topaz.
Además, los usuarios están comenzando a comprender la importancia de sus derechos en relación con sus datos personales. De este modo, las personas pueden ejercer sus derechos ante las entidades financieras y, en general, ante las empresas, para cancelar el uso de sus datos, oponerse a su tratamiento o ratificar su consentimiento, dependiendo de su experiencia con el manejo de dicha información.
Eso genera en el público confianza y garantía de que son ellos quienes tienen el poder sobre sus datos personales, contrario a algunas empresas que transgreden los límites del uso y tratamiento de los datos personales.
- Prácticas éticas
Es muy importante que la banca garantice a través de normativas y estándares internos, la protección de los datos de sus partes relacionadas, esto implica llevar a cabo capacitaciones periódicas, adaptadas a las necesidades específicas de cada área interna de trabajo, ya que las implicaciones en el manejo de datos son diferentes en un departamento de compras en comparación con uno de marketing. Además, esta responsabilidad debe extenderse a los proveedores, quienes también deben cumplir con las obligaciones relacionadas con la protección de datos personales cuando actúan como encargados o co-responsables en su tratamiento.
“En nuestras asesorías, hemos observado que es fundamental contar con un oficial de protección de datos en cada institución financiera. Este profesional es responsable de realizar un seguimiento minucioso para garantizar un mejor control de los datos, no solo de los clientes, sino también de los colaboradores y proveedores”, recalca Sánchez.
- Avance y perspectivas con uso tecnológico
“Se espera una mayor implementación de la inteligencia artificial (IA) en procesos de automatización, lo que facilitará la protección eficiente de los datos personales y la detección de fraudes. Y además con regulaciones más estrictas a nivel global, será crucial llevar a cabo programas de concientización y capacitación para minimizar los riesgos asociados al manejo humano de la información”, concluye la especialista de Cobis Topaz.