Esta bebida consumida el Día de Muertos, 2 de noviembre, como un homenaje a los seres queridos que ya no están con nosotros en vida, viene de la época prehispánica por parte de los pueblos ancestrales que veían a la muerte como una fase de la existencia al trascender a otro mundo.
Esta deliciosa preparación tiene como ingrediente principal la harina morada, color asociado al luto, lleva porciones varias de frutas, dulce y diferentes especias. Se acompaña de las guaguas de pan, panes grandes usualmente de trigo, moldeados en forma de niño pequeño o bebé, decorados con pasta de azúcar y en varias presentaciones son rellenas de majar o crema dulce.