La deficiencia de vitamina D puede presentarse de diversas formas y tener consecuencias en la salud. Algunos signos comunes incluyen fatiga, debilidad muscular, dolores óseos, cambios de humor y depresión. Si experimentas alguno de estos síntomas, podría ser indicativo de niveles bajos de vitamina D en tu organismo.
Para solucionarlo, es fundamental incrementar la exposición al sol, ya que la piel sintetiza vitamina D cuando se expone a la luz solar directa. Además, puedes incorporar alimentos ricos en vitamina D a tu dieta, como pescados grasos, huevos, lácteos fortificados y suplementos vitamínicos, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Recuerda que es importante consultar con un médico antes de realizar cambios significativos en tu dieta o estilo de vida.