“El objeto volaba a una altitud de 40.000 pies [12.000 km] y suponía una amenaza razonable para la seguridad de los vuelos civiles”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, añadiendo que las autoridades no tuvieron “acercamiento” con China sobre el suceso.
El Departamento de Defensa de EEUU confirmó el 10 de febrero el derribo de un “objeto de gran altitud” sobre las aguas territoriales heladas de Alaska, después de que oficiales militares determinaran que el artefacto suponía una “amenaza para la seguridad de los vuelos civiles”. Después se presentaron más detalles sobre el objeto desconocido.
Las declaraciones oficiales del Gobierno del presidente Joe Biden revelaron que el objeto no identificado se detectó por primera vez el 9 de febrero por la noche, y que la orden oficial de derribo se emitió por Biden a primera hora del 10 de febrero. No fue hasta aproximadamente la 13:45 (hora local, GMT -5) cuando el objeto fue oficialmente derribado. El mismo presidente calificó el derribo de “éxito”.
A diferencia del globo chino, que sobrevoló el territorio estadounidense durante seis días y que fue derribado el 4 de febrero, las autoridades subrayaron que el objeto a gran altitud era “mucho menor” y parecía tener el tamaño de un coche pequeño.