Islandia, una isla volcánica ubicada en el Atlántico Norte, ha estado experimentando una intensa actividad sísmica desde el 24 de octubre de 2023. Los sismos, que se han registrado en la península de Reykjanes, al suroeste del país, han provocado la evacuación de la ciudad costera de Grindavík y han aumentado el riesgo de una erupción volcánica.
La causa de la actividad sísmica es la acumulación de magma debajo de la superficie de la Tierra. El magma es una roca fundida que se encuentra debajo de la corteza terrestre. Cuando el magma se acumula, ejerce presión sobre la corteza, lo que puede provocar terremotos.
En el caso de Islandia, el magma se está acumulando en una zona de rift, que es una zona de la corteza terrestre donde las placas tectónicas se separan. La península de Reykjanes se encuentra en una zona de rift, por lo que es propensa a la actividad sísmica.
La actividad sísmica en Islandia aumenta el riesgo de una erupción volcánica. Cuando el magma se acumula debajo de la superficie, puede llegar a un punto en el que ya no puede contener la presión y erupciona.
En el caso de Islandia, el magma se está acumulando a unos 5 kilómetros de la superficie. Si el magma continúa acumulándose, es probable que ocurra una erupción.