El incremento en la oferta y consumo de productos ultraprocesados y del sedentarismo, así como estilos de vida marcados por un elevado estrés, son factores que han contribuido al sobrepeso y otras enfermedades que afectan la vida de las personas, llevándolas a implementar hábitos alimenticios errados. La pérdida de peso, el mantenimiento del mismo, o el control de los niveles de glucosa en sangre, han llegado a convertirse en auténticos retos para la población y en esta búsqueda por encontrar un remedio adecuado, han surgido nuevas opciones. Entre ellas el ayuno intermitente.
De acuerdo con Mariana Silva López, Coordinadora del Máster Universitario en Ciencias Avanzadas de la Nutrición Humana, de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), el ayuno intermitente consiste en reducir el número de comidas al día. “Elhttps://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/expert-answers/intermittent-fasting/faq-20441303 ayuno intermitente consiste en reducir el número de comidas al día, presumiblemente a solo 3, haciendo así un ayuno de entre 8 a 10 horas. Hay quienes pueden llegar a practicarlo hasta 12, o incluso 18”
Sin embargo, no podemos olvidar que nuestro organismo tiene su propio ritmo biológico y como individuos estamos ‘programados’ para unas determinadas formas de vida y horarios concretos. Lo primero que debemos hacer antes de empezar cualquier tipo de ayuno, es ponernos en manos de un nutricionista. Además, durante las horas en las que sí está permitido comer, no debemos saturarnos de comida, así como comer de acuerdo a nuestras necesidades nutricionales y de una forma saludable